Los muñequitos de “Labubu” invadieron las redes, los celulares y hasta las mochilas de niños, adolescentes y jóvenes paraguayos.

Con sus dientitos puntiagudos, mirada traviesa y carita peluda, esta criatura de origen asiático se volvió viral en TikTok, y ahora muchos se pelean por conseguir uno, ya sea en físico o como sticker animado.

Pero ojo, no todo es tan lindo como parece. El doctor Robert Núñez, reconocido pediatra, encendió las alarmas al advertir en su cuenta de X (ex Twitter) que esta moda, aparentemente inofensiva, podría ocultar ciertos riesgos para los más chicos.

“El personaje mezcla ternura con un estilo “extraño” u “oscuro”, lo cual llama la atención tanto de niños como de adolescentes. No representa ningún personaje infantil tradicional ni tiene una historia educativa detrás: es más bien un fenómeno estético y de colección”, apuntó.

Al respecto, pidió a los padres que estén atentos a los contenidos que consumen sus hijos y, antes de comprarles, se pregunten qué aporta a la educación o formación del niño.

“Labubu no tiene un componente lúdico claro ni fomenta el juego simbólico, el lenguaje o la motricidad. Además, su aspecto puede no ser comprendido por todos los niños pequeños, generando miedo o confusión”, manifestó el doctor.

Según el profesional, es importante orientar y no subestimar lo que a simple vista parece solo un peluche simpático. “Como cuidadores de la infancia, recomendamos priorizar juguetes que estimulen el desarrollo cognitivo, emocional y social. Si tu hijo te pide un Labubu, es una oportunidad para conversar con él, entender lo que le gusta, y decidir juntos desde el criterio y no desde la presión social”, señaló.

Agregó que lo importante es que el juguete sea seguro, acorde a la edad, y promueva el juego saludable.

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