El hecho ocurrió el 17 de agosto de ese año, en el barrio Jardín Aurora. Agentes de la SENAD interceptaron un vehículo cuyos ocupantes habían evadido una barrera de control, iniciando así una persecución que se extendió por unas diez cuadras. Al ser alcanzados, se descubrió que transportaban 63 kilogramos de marihuana del tipo "cripy", una variedad de alta concentración de THC, valorada por su potencia en el mercado ilícito.
En el automóvil viajaban Enrique González Villalba, quien entonces prestaba servicios en el departamento de San Pedro, y Nelson Candia Burgos, con varios antecedentes penales y que además se encontraba violando arresto domiciliario. Candia permanece en estado de rebeldía.
Durante la intervención también fueron incautados un automóvil Toyota Allion color gris, una pistola calibre 9 mm de la marca Taurus con su respectivo cargador y cinco aparatos celulares.
El tribunal de sentencia estuvo integrado por los magistrados Librada Peralta, quien presidió la audiencia, y sus colegas Marcelina Quintana y Mario Peralta. La lectura de la sentencia fue acompañada por la difusión de un audio oficial con los fundamentos del fallo.