El blanco fue la Oficina Jurídica Dávalos, ubicada sobre las calles Mariscal José Félix Estigarribia entre Carlos Antonio López. El atentado ocurrió alrededor de la medianoche, y aunque no se reportaron heridos, los daños materiales fueron considerables: la puerta de blindex quedó destrozada, las rejas deformadas por los impactos y parte de la fachada fue perforada por proyectiles de alto calibre.
El propietario, Arnaldo Ignacio Dávalos Brítez, de 78 años, aún conmocionado, relató que los atacantes llegaron a bordo de un automóvil Toyota IST, color plateado, y tras disparar varias veces contra la fachada, huyeron a toda velocidad, dejando tras de sí un silencio inquietante y rastros de violencia.
Tras una llamada de emergencia, patrulleros acudieron al lugar y notificaron al Ministerio Público. Personal de Criminalística y del Departamento de Investigaciones recolectó en la escena vainillas servidas de fusiles calibre 5.56 y 7.62, lo que eleva aún más la preocupación sobre la naturaleza del ataque.
Hasta el momento, se desconoce el motivo del atentado, y el caso se mantiene bajo estricta investigación. Las autoridades no descartan ninguna hipótesis.