El funcionario de la Cámara de Diputados (suspendido) Miguel Ángel Robles Ibarra fue denominado por el Tribunal que lo condenó como el “cerebro” del esquema delictivo que desvió unos G. 5.105.600.000 en la administración del “Nº 2″ Hugo Javier González, (ANR, HC) al frente de la Gobernación de Central en plena pandemia de Covid-19, por lo que fue preso en el Penal de Tacumbú, de donde saldría ahora gracias a la libertad ambulatoria con que fue beneficiado junto al expolítico y exanimador.
Gracias a esta medida, que le permite andar a sus anchas, siempre que no salga del país, es inminente que este pueda retornar a la Cámara de Diputados para solicitar el levantamiento de sus suspensión y volver a cobrar su salario como “asesor” que, de hecho, cobró hasta diciembre del año pasado.
Estando preso desde el 6 de enero de este año, pese al pedido de la propia Cámara de Diputados, Robles fue salvado de su destitución tras un sumario culminado el 7 de mayo pasado, donde el juez instructor José Ocampos Alonzo le impuso apenas una “suspensión sin goce de sueldo por 30 días”, que en realidad no tuvo ningún efecto, ya que esa misma medida estaba vigente desde el momento que entró a prisión.
Es decir, el único efecto práctico de dicha resolución fue rechazar el pedido de destitución, y por ende, dejarle el camino allanado para la situación actual, que pueda pedir su restitución y por ende cobrar los G. 11.000.000 mensuales que tiene asignado.
Administrativamente, la Cámara de Diputados tampoco tiene muchas alternativas para negarle la restitución y, para colmo, deberá buscar a qué dependencia asignarlo o dejarlo en el “freezer”, sin afectar su millonario salario.
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